Un pequeño ejemplo de análisis de resultados

Mi objetivo como discgolfista siempre es el mismo: mejorar mi juego. En este artículo os explico como lo hago yo. No es seguro que os parezca interesante o práctico, pero el método no tiene importancia, lo importante es crearse un sistema para observar, analizar y extrapolar conclusiones que podamos aplicar a nuestro entrenamiento y progresar.

La prueba final para nuestro entrenamiento es la competición, y los datos de un evento son siempre el punto de partida para el siguiente ciclo de preparación. Un evento como el Open de España es justo lo que necesito para analizar y sacar conclusiones de mi trabajo día a día.

Afortunadamente existen herramientas, como Discgolf Metrix, que nos generan gratuitamente los datos que necesitamos. En mi caso, el global ronda por ronda de Metrix es suficiente, el resto lo soluciona mi memoria.


Mi entrenamiento consiste, casi exclusivamente, en trabajo de campo de entrenamiento, lo que en la práctica significa lanzamientos. Muchas repeticiones de drives, aproximaciones y putts, y casi nada de juego en campo. Para poder analizar la efectividad de mis entrenamientos, necesito los datos de cada torneo, ya que después de cada torneo comienzo un ciclo en el que dirijo mi atención a las partes de mi juego que no han funcionado del todo bien.

Como necesito tener datos de drives, aproximaciones y putts, anoto todos y cada uno de los lanzamientos del torneo en cada uno de los hoyos. En mi caso un drive es un lanzamiento que hago con un driver, una aproximación el que realizo con un midrange o un putter, y un putt es uno que hago para encestar o asegurar el siguiente putt. También anoto las penalizaciones (OBs y hazards como el #3 en la segunda ronda) aunque estas no entran en mis cálculos ya que no son lanzamientos.

Con ese punto de partida me creo una tabla en la que voy introduciendo toda la información que tengo sobre mi juego. Ronda por ronda, hoyo por hoyo, lanzamiento por lanzamiento. Mi objetivo es averiguar si hay una fase del juego que necesito trabajar más en mi siguiente ciclo de entrenamiento: el juego desde la salida, el de calle o en el green. Así de simple.


La recopilación de estos datos puedo hacerla durante el mismo juego, anotando todos los lanzamientos mientras realizo la ronda, o después de la ronda. Esto depende, por ejemplo, del tiempo. Cuando se compite únicamente un ronda por jornada lo más práctico es hacerlo al terminar, con calma.

Pondero normalmente cada lanzamiento en base a una escala de -2 a 2, en la que -2 sería un error grave, -1 un error pequeño, 0 un lanzamiento normal, +1 un buen lanzamiento y +2 un lanzamiento excepcional. Necesito también saber el número de errores para medir la efectividad de mi juego. Partiendo de estos datos relleno mi tabla, casilla por casilla, lanzamiento por lanzamiento, y después analizo y saco conclusiones. Las conclusiones puedo utilizarlas entre rondas, para ajustar el juego durante un torneo, o tras el torneo para planificar mi próximo ciclo de entrenamiento.

Con tanto dato puedo también analizar mi rendimiento en cada hoyo, algo que durante un torneo me sirve para hacer ajustes tácticos y arañar lanzamientos en hoyos puntuales. Este año no lo he utilizado, ya que con el trabajo de organizar el torneo, el tiempo que tengo para hacer este tipo de cosas es mínimo, pero normalmente lo hago en torneos en los que solo compito. Suele ser muy útil y efectivo.

Revisando mis cifras en el Open llego a las siguientes conclusiones:

·      Los hoyos en los que mi juego ha funcionado peor son el #9, el #13 y el #15. Pero ninguno de ellos ha sido del todo malo si tomo en consideración todas las rondas
·      Mis hoyos más sólidos han sido el #7, el #8 y el #18
·      No he tenido ningún hoyo verdaderamente problemático
·      Nunca he hecho dos bogeys seguidos
·      En un total de 160 lanzamientos, he hecho 12 fallos (un porcentaje de error de 7,5%)
·      Mi porcentaje de acierto en las tres rondas ha rondado el 90% (94,9%  , 91,9% y 87,3% respectivamente)
·      Mis drives han funcionado el 88,9% del tiempo
·      Mis aproximaciones han funcionado el 89,0% del tiempo
·      Mis putts han funcionado el 96,2% del tiempo

Estas son mis mejores cifras en mucho tiempo. No se deben únicamente a mi entrenamiento. Por primera vez en cuatro años he tenido seis meses sin lesiones, y eso se nota mucho a mi edad. Lo mejor de las cifras es que las he conseguido organizando el torneo y jugando con mucho viento, algo que generalmente significa que mi juego es un poco peor. Lo más importante en lo que se refiere a los errores es ser honesto y preguntarse si se han debido a fallos mecánicos (postura, ángulo de ataque etc.) o han surgido cuestiones de cabeza (presión, miedo a fallar etc.). Hasta que conozcamos la causa del error no podremos atacar el problema.

Mi próximo ciclo de entrenamiento comenzará cuando termine mi cuarentena y las autoridades y el corona lo permitan. Mi trabajo va a seguir en la misma línea, no veo una fase que necesite atención especial. Hasta que pueda salir a la calle dedicaré mi tiempo al putt, que siempre es importante y siempre se puede mejorar.

Estoy muy satisfecho con mi resultado en el Open, pero esta victoria es simplemente una consecuencia del juego, que a su vez es la consecuencia del entrenamiento día a día. Esto significa seguramente que trabajo bien, y eso es lo importante. Sigo mejorando, incluso a mi edad. Eso significa que todos podemos mejorar, solo necesitamos saber como hacerlo. Este es mi método, tienes ya el tuyo?

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