Discgolfeando y de campos: Krokhol, el éxito está garantizado
Hoyo #17 |
Este
jueves, aprovechando el único día de la semana en el que no tengo entrenamiento
de futbol, he utilizado la mañana para visitar el último campo que se ha
abierto en la cercanía de Oslo. Krokhol es un campo del que se hablado ya más
de un año y que, aunque todavía no está terminado, está ya abierto al juego. Es
un campo nacido de la cooperación de varios clubes de disc golf de Oslo y que
ha sido co-diseñado por los jugadores más experimentados de dichos clubes. La
idea ha sido crear un campo de gran dificultad técnica para dar una alternativa
más a los discgolfistas más experimentados de la capital noruega y disponer de
una instalación que pueda albergar torneos del nivel más alto.
Krokhol
está en la localidad de Siggerud, a unos 30 minutos en coche desde el centro de
Oslo. Es un viaje relativamente largo teniendo en cuenta que existen unos trece
campos a un radio de media hora de la capital, todos ellos de nivel aceptable.
Realizar un viaje de este tipo significa que, yo personalmente, lo hago
únicamente para visitar un campo que me desafíe técnicamente y despierte mi
interés.
Los
treinta minutos se me han hecho bastante largos y al aparcar el coche y notar
el viento y una temperatura un tanto baja, he notado que casi me he
arrepentido, más aún cuando no he encontrado ni infoboard ni señal alguna indicando el primer
hoyo.
Un poco irritado me he
dirigido a la oficina del Club de Golf de Krokhol, en la cual una señora muy
educada me ha enviado en dirección a la salida del primer hoyo.
El
campo de Krokhol ha sido diseñado utilizando las calles del primer campo de
golf, ya que el club en cuestión ha diseñado un nuevo trazado y el antiguo está
ahora a disposición de nuestro deporte. Los primeros dos hoyos comparten parte
del trazado con el campo de golf, pero siempre sin que los discos interfieran
con las bolas y viceversa. Además, esta es la primera instalación en integrar
el golf, el disc golf y el futgolf, algo único hasta ahora.
Las canastas son Latidude 64 Elite Pro, con lo que el buen pateo esta garantizado. Las salidas están todas elevadas, y fabricadas de madera y con césped artificial como superficie. Las calles están marcadas por estacas blancas de gran visibilidad. El proceso de instalación no ha sido terminado y, desgraciadamente, las señales de los hoyos brillan por su ausencia, algo que ha supuesto un gran problema en varios hoyos en los que he tirado el tiempo intentando localizar canastas ciegas.
Tras la
inicial decepción por la falta de señalización, he comenzado mi recorrido por
un campo muy largo, con un total de 2.604 metros que varían desde los 85 del
hoyo más corto, al descomunal #16 con sus 300 metros de calle.
Hoyo #5 |
Los dos
primeros hoyos se juegan a lo largo de una pendiente bastante pronunciada y, al
ser cuesta arriba, sus 118 y 202 metros de longitud te dan una indicación
inmediata de que el campo va a ser físicamente muy exigente. Las calles son de
golf, muy amplias y bien cuidadas. La potencia lo es todo en un campo de estas
características y la fineza técnica no es muy necesaria en estos hoyos, sobre
todo en el segundo.
Afortunadamente
esto cambia en el bosque y el #3, corto, estrecho y técnico. Nada fácil para
ser el hoyo mas coto del campo.
En el
cuarto hoyo me encuentro con un hoyo muy bonito estéticamente. Con la salida
entre los árboles y la canasta a 124 metros en una esquina en el fondo de la
antigua calle del campo de golf. Un hoyo con OB alrededor del green y que
requiere un brazo muy fino para poder anotar un birdie.
El cinco
es el segundo par 4 y un hoyo que a pesar de requerir potencia, también pide
precisión tanto en el drive como en la aproximación al green, debido al OB a lo
largo de la calle.
Tras un
sexto hoyo de nuevo en el bosque, corto y muy complicado técnicamente, pasamos
de nuevo a la calle de golf en un sétimo hoyo de nuevo cuesta arriba y de nuevo
un poco aburrido. Sus 184 metros son solo divertidos en la aproximación a un
green cerrado en la terraza superior de la calle.
Hoyo #14 |
He
necesitado unos cuantos minutos para encontrar el green del #8, principalmente
por la proximidad de otra canasta que me ha despistado y porque la canasta está
situada en un claro dentro del bosque. El nueve es más de lo mismo, corto y
técnico.
El diez
es muy bonito, su salida elevada está a 126 metros de un green relativamente
abierto, pero su calle es estrecha y está rodeada de OB. Parece un par difícil,
pero si se realiza una salida precisa, al final no se complica el hoyo.
El once
no es nada especial, simplemente una transición al segundo hoyo más largo del campo, el
hoyo 12, un par 4 con salida elevada y un pequeño lago en medio de una calle
plagada de OB. Un hoyo pesado físicamente y exigente a nivel técnico. Un hoyo
muy difícil en un día frío y en una calle con el viento en contra. Un hoyo en
el que es necesario tomar decisiones tácticas para no estropear el tanteo.
Tras un
#13 muy parecido al #3, estrecho y entre los árboles, pasamos a dos hoyos
preciosos. El #14 y el #15 se juegan a lo largo de un pequeño lago, y ambos
drives sobrevuelan el agua. La salida del primero está dentro del bosque y su
green tiene caída hacia el lago, si rueda al aterrizar, se va al agua. Son unos
91 metros muy complicados. En el #15 el drive también sobrevuela el lago pero
la dificultad está en hacer un anhyze que tenga un flex que aterrice en el
green, algo más difícil de lo que parece. Estos dos hoyos amenizan el juego y,
si consigues dominarlos, te dejan una gran sensación en el cuerpo.
Hoyo #16 (300 metros) |
Para
llegar al hoyo más largo del campo hay que dar un pequeño paseo y subir una
cuesta hasta llegar a uno de los puntos más altos del campo. La salida del #16
se encuentra en una terraza, con vista a parte de la calle. Digo parte porque
es una calle de 300 metros, la calle de uno de los hoyos del antiguo campo de
golf, un hoyo largo incluso para la gente del palo y la bola. Este es un hoyo
que requiere potencia, paciencia y poco más. Una calle ancha y rodeada de
bosque por un lado y de un muro natural de piedra por el otro. Al jugarlo solo
estaba deseando ver el green para poder terminarlo, un green con mucha caída
lateral y bastante difícil.
Mentalmente
cansado tras la bestialidad del #16, te ves obligado a caminar un rato para
llegar al #17, pero cuando llegas se te pone una sonrisa en la cara. Este es en
mi opinión el hoyo insignia de campo. Un par 3 de 115 metros con un desnivel
muy grande desde su salida elevada hasta el green en el fondo del valle. La
calle se extiende por el valle, a lo largo de un pequeño arrollo que se cruza
por un par de pequeños puentes muy característicos. Una foto de postal y un
drive muy, muy exigente. Un hoyo que me hace un poco feliz cada vez que lo
recuerdo.
El
campo termina con el tercer hoyo más largo del recorrido. El #18 tiene una
calle de 210 metros, con OB a su izquierda y quebrada a unos 20 metros del
green. El green está diseñado a modo de
isla de forma oval, con la canasta en lado más cercano. Es muy alargado, lo que
permite que una aproximación lejana pueda alcanzarlo sin problema. A pesar de
su gran longitud, es un hoyo técnico y divertido.
Hoyo #18 |
El pase
hacia el aparcamiento es un poco largo, pero nada del otro mundo. Al volver he
aprovechado para tomar un refresco en la cafetería. El personal me ha
preguntado por el campo, la señalización y mi juego. Profesionales y educados,
que nuca está de más.
Tras más
de tres horas de viaje y juego mi conclusión es clara: ha valido la pena. En
cuanto se instalen las señales de hoyo y el mapa de campo va a ser mucho más
fácil encontrar salidas y canastas, algo que reducirá considerablemente el tiempo
necesario para completar un ronda y mejorará la experiencia de juego. Solucionado
ese escollo, el campo lo tiene todo. Un poco largo y con un par de hoyos un
poco aburridos, pero técnica- y mentalmente desafiante, y con varios hoyos
verdaderamente bonitos. Me parece muy bien que el campeonato de Noruega de este
año se celebre en Krokhol, que garantiza que el jugador que se lleve el trofeo
es un discgolfista completo.
No es un campo apto para principiantes, pero de todas formas Krokhol ya es, antes de terminar su instalación, uno de
los campos top de Noruega.