Un torneo visto desde dentro: Maigolfen XXXVIII

El cámara, Tommy, Sindre y Martin en la salida del hoyo más corto y peligroso del campo: 35 metros con doble mando.

Este torneo es el principal evento que organiza mi equipo en Noruega, el más longevo del país y sin ninguna duda uno de los más antiguos de Europa. Esta edición es la trigésimo octava, algo que lo convierte en todo un clásico del deporte del disc golf a nivel europeo. Este año el torneo ha sido inscrito en la lista de eventos PDGA con la categoría C.

La gran noticia a nivel de club es que esta es la primera vez que el evento lo organiza la última y nueva generación de discgolfistas de Pancake Circle, con Håkon Sommerset Kippernes como director del torneo (TD). Håkon es un jugador que siempre aporta nuevas ideas y que tiene ganas de contribuir al desarrollo de nuestro deporte a todos los niveles, tanto a nivel deportivo como administrativo. Es una suerte tener a jugadores de este tipo en un club porque garantizan el futuro del deporte y el desarrollo del mismo.

Para nosotros el torneo empezó ya hace varias semanas, cuando Håkon se puso en contacto conmigo para hablar sobre el tema de la organización del evento y para preguntarme si podría ayudarlo con el diseño del campo, ya que tenía intención de alterar varios hoyos y quería asegurarse de que el nuevo diseño no supondría algún tipo de conflicto con el reglamento PDGA. Dos semanas antes del torneo nos fuimos al campo y revisamos el nuevo recorrido. Håkon publicó el mapa de campo pero ya a última hora recibimos un par de comentarios que nos obligaron a cambiar un par de hoyos para mejorar el flow del juego y proteger alguna calle.
Håkon, cargando mi coche de material, canasta incluída

El viernes, día antes del evento, nos pusimos manos a la obra para terminar los preparativos. Fue una jornada bastante larga, sobre todo para Håkon que se pasó el día completo en el campo marcando y ultimando los últimos detalles del evento. Yo le ayude a transportar todo tipo de material y realice mi única tarea, que fue la de controlar que el diseño funcionaba y que era seguro, algo que hicimos jugando una última ronda de entrenamiento. A las 2:30 ya estaba en camino del campo de fútbol para organizar los entrenamientos de mi equipo.

La ronda, como siempre, me ha dejado alguna que otra duda y he aprovechado la tarde para subir de nuevo al campo y probar mis ideas tácticas en alguno de los hoyos. Mi idea er la de jugar siete hoyos y volver rápidamente a casa, algo que ha sido imposible ya que he tenido que hacerlo mientras los jugadores estaban jugando el torneo por parejas, lo que ha hecho que he gastado gran parte del tiempo en saludar y charlar con viejos conocidos, algo agradable pero poco práctico.

Cuando entrenaba en uno de los hoyos me encontré con Terje Hamre, un jugador de un club del oeste de Noruega que lleva jugando desde los 70, y con el que he compartido muchos torneos a lo largo de mi carrera. Aprovechamos para probar los nuevos hoyos y charlar un rato, y cuando terminamos lo llevé a su hotel en el centro de Oslo. El sábado por la mañana, ya de camino al campo, recogí a Terje y nada más llegar a Ekeberg me puse a precalentar, otra vez interrumpido varias veces por saludos y pequeñas conversaciones con jugadores que no había visto en años. Un total de 75 discgolfistas se presentaron en la caseta para confirmar su inscripción.

A las 9:30 ya estábamos jugando los primeros dieciocho hoyos. En mi grupo tenía Håkon y al vencedor de la edición del año pasado Sindre Roar Fosse. Mi ronda no empezó nada bien, pero no dejé que mi bogey en el primer me afectase y conseguí  rápidamente estabilizar mi juego a un nivel razonable. Como ya es común los últimos años, he notado mucho la falta de competición, algo que se ha reflejado en mi juego y que ha marcado todas mis rondas en este torneo, en el que he jugado bien a ráfagas únicamente.

La gente siempre con hambre tras la primera ronda
Esta ronda ha sido muy parecida al resto que he jugado esta mañana, he empezado un poco flojo y he terminado jugando muy bien. Al final he entregado una tarjeta con dos bogeys y ocho birdies, anotando un parcial de 6 bajo par,  igualado con Sindre y Tom Henrik Sandvik, un lanzamiento por delante de Martin Noreng y Tommy Steingrimsen.

En el descanso, como siempre, discusiones tácticas, comida y bebida y en general buen rollo en una mañana calurosa y muy soleada algo poco común en Oslo en esta época.

En la segunda ronda hemos sido cinco en el primer grupo. Mis compañeros de viaje han sido, aparte de Sindre, Tom Henrik, un jugador muy experimentado y de gran calidad que ha estado entre los mejores discgolfistas noruegos los últimos años. Los dos últimos han sido Martín Noreng, otro veterano miembro del Club de Muselunden, y Tommy Steingrimsen jugador de Vear, uno de los clubes más jóvenes del país, un zurdo de gran calidad y con un brazo muy potente. En total cinco jugadores de estilos bastante diferentes.

Mi ronda ha sido muy similar a la primera, con el correspondiente bogey al principio y mucho birdie al final, firmando una tarjeta de 6 bajo par. Tom Henrik ha jugado la mejor ronda de la jornada y ha entregado una tarjeta de 8 bajo par, con 9 birdies y un bogey.  Martin ha terminado 2 bajo par y Tommy y Sindre han terminado 1 y 2 sobre par respectivamente.

Las finales se ha jugado en seis hoyos, los más cercanos a la entrada al campo, por su dificultad y para facilitar la presencia del público.
Mi grupo en la primera ronda: Sindre, Håkon y el segundo cámara

La final ha sido muy muy interesante, empezando por el número de jugadores en el grupo, que ha sido de cinco, algo poco común en este tipo de eventos. La principal batalla ha sido por la victoria, ya que habían demasiados lanzamientos de por medio entre los dos primeros y los tres jugadores restantes. Contento con estar en la final, mi principal objetivo ha sido mantenerme en la batalla por el título. Desgraciadamente en el tercer hoyo he hecho un pequeño fallo que ha resultado en un innecesario par y que me ha dejado tres lanzamientos por detrás de Tom Henrik, que en ese momento parecía haber asegurado la victoria. En el cuarto hoyo, un par tres fácil, con un green abierto aunque un poco inclinado, la final ha vuelco total cuando Tom Henrik ha dejado su drive un poco corto, ha intentado patear y ha fallado estrepitosamente, quedándose a unos doce metros de la canasta. Su segundo putt ha volado un poco bajo, ha rebotado en la canasta y ha rodado unos 15 metros, dejándole sin opciones en su cuarto putt y obligándole a apuntar un 5 en su tarjeta. Yo he aparcado el hoyo por tercera vez en el torneo y he anotado un birdie que me ha dejado igualado con Tom Henrik a dos hoyos del fin de la ronda.
En los dos últimos hoyos Tom Henrik ha demostrado su calidad y ha salvado dos birdies con dos grandes putts, respondiendo así a mis drives que han quedado aparcados bajo la canasta. De esta forma hemos terminado la final igualados y nos hemos visto obligados a jugar un desempate en el hoyo 17, un hoyo rodeado de OB y muy complicado técnicamente.

Tras el sorteo me ha tocado lanzar primero y mi drive se ha ido un poco a la izquierda y se ha quedado a unos 12 metros de la canasta, con mi disco pegado a unos matorrales y dejándome con poco sitio para maniobrar. El drive de Tom Henrik se ha quedado a unos 8 metros de la canasta. Otra vez más ha parecido que el torneo estaba decidido a favor del jugador de Ekeberg Disc Golf, pero de nuevo se ha demostrado que, debido a la importancia del factor mental, el disc golf es un deporte en el que puede pasar de todo.

Mi grupo en la segunda ronda: Sindre, Tom Henrik, Martin y Tommy
Me he colocado detrás de mi disco marcador con con el pie trasero un poco elevado y puesto cerca del matorral que me rodeaba. He mirado a la canasta, me he decidido a encestar y he realizado uno de mis mejores putts del día. El disco ha entrado por el centro de las cadenas ya se ha quedado en la canasta. me he quedado contento y tranquilo, pensando que Tom Henrik iba a convertir su putt y que tendríamos que pasar al hoyo 18 para decidir quién se llevaba el trofeo.

Supongo que los nervios le han jugado una mala pasada, porque por primera vez en todo el día Tom Henrik ha fallado un putt que suele encestar, dándome así una victoria muy deseada, y de forma un poco sorprendente. He ganado este torneo muchas veces, pero esta victoria ha sido una de las más bonitas por la forma en la que ha llegado.

Ya camino a casa en el coche, hablando con mi amigo Terje Hamre, hemos discutido la inmensa importancia que supone el saber competir en este tipo de eventos. Terje ha visto la final y ha dicho que ha sido una final muy típica en lo referido a mi juego, ya que siempre me ha visto como un jugador frío, distante, sin nervios y que pocas veces pierde la cabeza. Tengo que decir que estoy de acuerdo con mi amigo, aunque tengo que decir que siempre tengo nervios, pero que también sé cómo ocultarlos y utilizarlos a mi favor. Siempre intento mantener una actitud positiva hasta el último lanzamiento de cada torneo, algo que otra vez más me ha servido para terminar en el primer puesto.

Ahora sólo me queda esperar a mi próximo torneo, que este caso es el Oslo Open 2017.

Resultados oficiales PDGA.

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