Un torneo visto desde dentro: el Europeo de Oulu 2016 - VII
Es ya
domingo y estamos esperando por nuestras vuelos a Madrid y Oslo en el
aeropuerto de Helsinki. Vamos de vuelta tras una semana marcada por el viento, el frío, cinco grados esta mañana, y la
carestía de este país, algo que no dudoos
explicarán Miguel y Carlos cuando estén de nuevo en Oviedo.
Ya han
pasada 24 horas desde que terminé mi cuarta y última ronda del torneo y he tenido
la oportunidad de asimilar le que sucedió. Nunca he competido en ese tipo de
condiciones, la lluvia y el fuerte viento de ayer en Oulu. En Tampere, también
en Finlandia, en 2004 viví algo parecido pero nunca tan exagerado como lo de
ayer.
Puedo
aseguraros que en ningún momento de las más de cuatro horas que duró el juego
me rendí, y nunca dejé de llevar a cabo cada lanzamiento que salió de mi mano con
seriedad y concentración. Si tengo que explicar lo que ha pasado, sería que he
hecho una serie de fallos menores que, con el viento se han magnificado hasta convertirse
en errores irreparables.
Instantánea de Eino Ansio durante mi fatídica ronda del sábado |
Mis
problemas comenzaron en el tercer hoyo, en el que empezó a llover a cántaros y
lo que es peor todavía, se levantó un viento muy fuerte y por ráfagas. Tras un
drive bastante bueno, el viento agarró mi Compass y lo catapultó veinte fuera
de la calle. Mi aproximación se quedó corta y necesité otra más para darme la
oportunidad de hacer un putt de un par de metros y evitar problemas mayores. Un
doble bogey al que siguieron dos bogeys más en el quinto y sexto hoyo. En esta
zona del campo, la que limita con la orilla del Báltico en el green del hoyo
cuatro, el viento era tan fuerte que varios jugadores empezaron a tener un poco
de miedo. En el ocho se calló la valla metálica que rodea parte del hoyo, en el
diez, el driver de un jugador que hacía su drive en el ocho aterrizo a 50
centímetros de mi, y en el trece el viento tumbó la canasta, que tuvo que ser
asegurada con unas grandes piedras para que no cayese de nuevo. En ese hoyo fue
en el que de verdad se estropeo mi torneo. Hice un buen drive, y una buena
primera aproximación, pero al cuando me quedaban unos 25 metros hasta la
canasta, el viento que me llevó el disco cuatro veces antes de ser capaz de
patear. Triple bogey, el segundo del torneo para mi.
Ese
fue el momento en que más solo me he sentido, y cuando más he echado de menos
la compañía de Torleiv o Anders, que siempre que pueden hacen rondas conmigo.
Esta vez Anders estaba ayudando a su compañeros de la selección noruega, y
Torleiv en Oslo, ya que no ha podido clasificarse para el torneo. Tener a
alguien a tu lado en esos momentos es algo que puede ser vital para el resto de
la ronda, por eso nosotros hacemos de caddy para nuestros amigos cuando tenemos
la oportunidad de hacerlo.
El
resto de los hoyos se han puesto muy cuesta arriba mentalmente hablando y ha
sido duro terminar lo que seguramente ha sido la peor ronda de mi vida. Bogey,
bogey, par, doble bogey y bogey. De tercera a octava posición en 18 hoyos. Muy
difícil de asimilar.
Estar
en la final es más de lo que me esperaba, pero terminar un torneo de esa forma no
es nada agradable. He necesitado un poco de soledad antes de acercarme a ver
las finales del Open, y tras un pequeño paseo por los caminos del campo, me he
puesto a conversar con mucho conocido y he saludado a jugadores que no he visto
en años. No he necesitado nada más para recuperarme lo justo como para
disfrutar de una final que ha sido muy entretenida, y en la que se han visto se
han visto lanzamientos de gran calidad y alguna que otra tragedia.
La
victoria, como en mi categoría, se ha decidido por muerte súbita en la isla del
hoyo 17. Leo Piironen ha terminado un lanzamiento por delante del local Juho
Parviainen que ha visto como Piironen terminaba con tres birdies para
igualar su total, y después repetía en el hoyo 17 para conseguir la victoria.
En Féminas el título ha sido para la finlandesa Eveliina Salonen, que ha
dominado el torneo desde el principio. Victoria finlandesa también en
juveniles, otra categoría dominada por los anfitriones, en la que Riku
Vink ha ganado tras otra muerte súbita. En mi categoría el título ha
sido para Kari Vesala, el segundo hace dos años en Ginebra, una victoria
muy merecida y que me ha llenado de alegría. Kari y yo llevamos compitiendo
desde los 80 y esta es su primera victoria en un evento tan grande. El resto de
los títulos se han distribuido de la siguiente manera:
Master:
Anders
Swärd
Master
Féminas: Karin Rubin
Senior
Granmaster: Olle Samuelsson
El
dominio finlandés no ha sido tan claro como hace dos años, pero sigue siendo la
mejor nación europea. Es fantástico ver la afición que existe en el país, la
cantidad de talento que genera y el interés por nuestro deporte entre la
población en general, algo que quedó demostrado en las finales televisadas del sábado.
Carlos
y Miguel se van con ganas de entrenar y mejorar, yo necesito reflexionar y
pensar que quiero hacer con el disc golf en el futuro. Lo que está claro es que
todos hemos aprendido algo de esta semana en la capital del norte escandinavo.
Los resultados oficiales: página PDGA o EDGC16.