Primer torneo de disc golf en un campo de golf en España

Miguel pateando en el #4 del campo de Golf de Cierro Grande
Este momento tenía que llegar tarde o temprano. El golf y el disc golf han compartido campo por un día. Cada uno disputaba su torneo en el mismo campo, en diferentes hoyos, y, por supuesto, en paz y armonía.


20 jugadores del Disc Golf Club Oviedo  se han acercado  a la localidad de Tapia de Casariego para hacer una exhibición y Torneo, en el campo de golf de Cierro Grande. Este evento estaba enmarcado dentro de la II Semana Saludable en el Noroccidente de Asturias, que se celebró entre el 26 y el 31 de octubre, y que organizó la Escuela Municipal de Salud de Tapia del Ayuntamiento de Tapia de Casariego. Agradecer a Ana del Ayuntamiento, a José Manuel, caddie manager de Cierro Grande, y a la gente que se acercó para conocer de primera mano el deporte del disc golf.

Hubo una mañana de sol y temperatura por encima de los 20ºC que hizo más impresionante esta experiencia.

Al margen del objetivo de la Exhibición/Torneo, teníamos una gran curiosidad de ver como era acogido nuestro deporte, y nuestra presencia, por los jugadores de golf en su propia casa. Lo que al principio eran miradas de escepticismo pronto se tornaron en preguntas, hasta acabar cogiendo los discos y lanzando. Muchos lo hicieron bastante bien, no en vano esto es un deporte de coordinación oculo-manual, y se nota que ellos la tienen. Eso, añadido a que la dinámica del juego es exactamente la misma, ha hecho que les resulte familiar del todo. Se han sorprendido de la similitud que existe.
Les sorprendía sobremanera comprobar que nuestra variedad de discos son equivalentes a sus palos con diferentes usos según la distancia, que éramos capaces de lograr que el disco tuviera unas caídas u otras, al igual que ellos le imprimen efecto a sus bolas. También les llamaba la atención que nuestras bolsas de discos pueden llevar hasta más variedad que las de ellos de palos.

Nos cedieron un par de hoyos que no se iban a utilizar en su torneo de golf. En este espacio (unas 2 hectáreas) CRK Disc Golf diseñó 5 hoyos, con la idea de jugar 5 más 4 repetidos, para totalizar un recorrido de 9 hoyos.

El primer hoyo metido en un pequeño bosque de pinos, recto, corto y lleno de árboles delimitando la calle. De principio a fin con techo muy bajo. Un segundo hoyo con salida en el tee del hoyo 8 del campo de golf, que no iba a ser jugado en el torneo de golf. Este hoyo, que tenía una gran puerta cerca de la salida, estaba pensado para jugar un revés y acercarse a la canasta que estaba a 2 metros escasos del límite del campo, y muy protegida por abetos. El tercer hoyo tenía más distancia y a mitad de hoyo tenía mucha arboleda, que podías evitar por arriba, pero que también tenía su hueco central entre los árboles. El hoyo 4, que sin duda fue el que más atrajo a los jugadores, era un pequeño hoyo con un doble mando en el que, una vez pasado el mando, tenías que sobrevolar por encima de un bunker e intentar caer en el banco el que estaba inmediatamente detrás de las canastas. Aproximación difícil y pateo con todo el riesgo del mundo. El hoyo 5 era para jugar un anhyze, o una derecha, para intentar llegar a una canasta protegida por cuatro abetos. Una vez llegado al hoyo 5 volvíamos a saltar al hoyo 2, que hacía las veces de hoyo 6.

En el torneo se impuso Miguel Caparrós (25), seguido de Luis y Manu (26) que compartieron segunda plaza. No fue fácil, ya que además de ser campo nuevo, no hubo tiempo ni para ir a ver los hoyos antes de jugarlos.


PuestoNombreResultado
1Miguel25
2Luis26
2Manu26
4Iván28
5Carlos F.29
5J. del Riego29
6Vere30
7Aida32
7Xuan32
9Micu35
10Fernando36
11Xurde38
12Javier F.46
13Ana51
14Tamara52

Y que no completaron la ronda: Belén (Micu), María, Javi y Almudena. A las cámaras estuvieron Raúl, Carmen y Belén (Luis)

Antes y después de la ronda hemos tenido tiempo para lanzar discos desde la zona de prácticas y comprobar cuál era la distancia a la que llegábamos. Solo los discos de Carlos Fernández llegaron a la altura de la chapa de 150 metros, cosa que dejó boquiabiertos a los jugadores de golf.

Después de una mañana fantástica de Disc Golf en Cierro Grande, nos fuimos a comer al Hotel Restaurante San Antón un arroz con marisco  y escalopines con salsa de cabrales y/o pimienta y postres caseros. Delicioso. Tras tan opípara comida hemos ido a dar un paseo por las playas y el puerto de Tapia, para terminar jugando con el disco de ultimate en la explanada del puerto. No podía ser de otra manera.

La experiencia ha sido fantástica, no sólo la deportiva, sino la social de esta primera salida oficial del club. Ojalá sea la primera de muchas.

Por otra parte esperamos que se abran posibilidades en campos de golf ya que hemos demostrado que pueden convivir ambas disciplinas y que quizás sea un atractivo para los campos que en las épocas invernales no tienen tanta gente. Podría ser una alternativa que podría animar a nuevos socios.


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