Un torneo visto desde dentro: Maigolfen XXXVI

Reunión de jugadores
En un fin de semana lleno de estrés, donde el sábado un torneo de futbol infantil solo me ha dejado un par de horas libres para entrenar, no ha sido nada fácil motivarse para levantarse el domingo y dirigirse al campo de Ekeberg. Este domingo me esperaba un campo lleno de agua, una temperatura de cuatro grados centígrados y una lluvia insistente que ha puesto a prueba mi afición al disc golf.

El torneo más longevo de Noruega se ha convertido en un torneo de un día, en el que se juegan 2 x 18 hoyos en el cual los cuatro mejores de cada categoría juegan una final de cinco hoyos. El mal tiempo ha hecho que se hayan retirado varios jugadores y al final este domingo 9 de mayo se ha competido en tres categorías: Open (28), Féminas (10) y Masters (5).

Ser uno de los responsables del torneo significa tareas, y la mía ha sido inscripciones y distribución de grupos, algo bastante complicado cuando se retiran 14 jugadores y hay que rehacer todos los grupos. Esto ha significado empezar la primera ronda sin ningún tipo de precalentamiento, algo que me ha dejado con dos bogeys en los cuatro primeros hoyos. Un comienzo poco agradable.

A priori mi objetivo ha sido probar mis rollers en alguno de los hoyos, un plan que he seguido religiosamente sin reparar en el resultado. Eso ha convertido mi primera ronda en un experimento en el que he oscilado entre bogeys (4) y birdies (7) y que me ha dejado con un parcial de 53 lanzamientos.

La ronda me ha dejado en tercera posición, a dos lanzamientos de Øystein Carlsen y uno de Håvard Mogstad. No del todo mal teniendo en cuenta el fin de semana en general y la total falta de preparación en el campo.

Camilla Nordhei ha terminado en cabeza en Féminas, y Knut Hummelvoll, que me ha comentado de nuevo que le encantó el campo de Purificación Tomás, ha dominado en Masters.

Øystein, ganador en el Abierto
El tiempo ha cambiado totalmente para la segunda ronda, y aunque hemos seguido teniendo viento y la temperatura se ha mantenido baja, ha salido el sol.
En mi grupo he tenido a Øystein, un jugador que ha sido parte de varios de mis relatos y que no necesita introducción alguna, Martin, un veterano de uno de los clubes de Oslo y Håvard, un jugador con el que no he coincidido nunca. La sorpresa del grupo ha sido Håvard, un joven del oeste de Noruega, afincado en Oslo y con el campo de Ekeberg como base. A pesar de ser un local con la ventaja que conlleva el serlo, ha demostrado ser un discgolfista serio, técnico y con una calma digna de un jugador más experimentado. Su ronda me ha impresionado, ya que ha demostrado ser capaz de llevar las riendas del juego en un grupo con mucha más presión.

Mi segunda ronda ha sido mejor que la primera, un bogey y unos cuantos birdies me han dejado con un parcial de 50, la mejor ronda del día. Un resultado muy digno teniendo en cuenta que mi putt en el hoyo 10 ha frenado en las cadenas, ha caído dentro de la canasta y ha saltado inmediatamente fuera de ella, algo que no he visto en más de 30 años como jugador. Esto suele pasar en canastas antiguas, y las de Ekeberg tienen ya 35 años. Toda una anécdota.

Håvard ha hecho su mejor ronda en competición y ha terminado en 51, con un total de 103 y compartiendo liderato conmigo. Øystein ha superado una parte no muy buena en el medio de la ronda, y ha logrado terminar con 54 y un total de 105.

En Masters Knut ha seguido intratable y ha convertido la final en una lucha por el segundo puesto. En Féminas Camilla se ha mantenido en cabeza.

Las finales se han jugado en cinco hoyos en los que puede pasar de todo. Nuestra final ha comenzado con primer hoyo totalmente igualado. En el segundo hoyo, el hoyo tres, Håvard ha hecho varios fallos y ha terminado con un seis que le ha estropeado la final. En el tercer hoyo ha comenzado mi calvario. El hoyo 14 es el más clásico del campo y uno de los pocos que quedan de la primera versión del campo. Es un dogleg muy largo con la canasta situada a la izquierda y 15 metros detrás del último árbol de la calle. Mi drive ha rozado uno de los arboles en el medio de la calle y se ha quedado corto, con lo cual he tenido que hacer un hyze muy alto alrededor del dogleg y me he quedado a unos nueve metros de la canasta. Øystein ha quedado en el green de dos y ha hecho su putt. Yo he empezado a sentir la presión y he fallado el mío.

Camilla, ganadora en Féminas
El siguiente hoyo ha sido el #17, un hoyo no muy largo  pero con una salida elevada y con caída a la izquierda. Øystein se ha quedado a unos cinco metros,  y yo a unos nueve metros. La presión ha hecho de nuevo presencia en mi cabeza y he fallado de nuevo el putt. Øystein ha pateado sin problemas.
De esta forma hemos llegado igualados al último hoyo del torneo. El hoyo 18 es un hoyo muy complicado, con un poste que bloquea parcialmente el drive, una calle con forma de embudo con la canasta en la parte más estrecha, y un OB a la derecha y a lo largo de toda la calle. Con el viento en contra es un hoyo muy peligroso. Øystein ha dejado su drive en una zona abierta a unos 25 metros de la canasta, yo he quedado entre unos arbustos espinosos a unos diez metros. Øystein ha asegurado el hoyo para evitar un posible fuera detrás de la canasta. Yo por mi parte me he decidido intentar el putt para evitar un desempate en el que entraría con inferioridad tras perder toda mi ventaja en un par de hoyos. Mi putt ha tocado las cadenas, ha rodado once metros y me ha dejado con otro putt a contraviento que no he sido capaz de salvar.

De esta forma ha terminado un torneo en el que Øystein Carlsen se ha llevado una victoria merecida y Håvard Mongstad ha quedado tercero.

En Féminas ha sido necesario un desempate que ha terminado con Camilla Nordhei en primera posición y Elí Storengen en segunda. El podio ha sido completado por Ragne Elise Huseby.

Knut Hummelvoll ha ganado con autoridad entre los Masters, con Kim Børvind y Svein Bjerke en segunda y tercera posición.

El torneo me deja con muchas dudas antes del Oslo Open. Tengo que competir en alguna de las ligas semanales para acostumbrarme de nuevo a la presión del juego y tengo que trabajar mis putts. Afortunadamente Anders llega a Oslo varios días antes del torneo y ya hemos decidido que vamos a entrenar juntos y en el campo, para generar presión antes de que comience el evento. Ya veremos si funciona nuestro plan…

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