Una lesión de lo más inoportuna
Una imagen dice más que mil palabras, y es verdad, verme en muletas me deja sin palabras. Cambia totalmente mi verano y las expectativas para el campeonato de Europa. Mi preparación no va a ser ni parecida a la que había planificado este invierno, y con ese cambio, también cambian mis expectativas.
¿Qué ha sucedido? Ha sido todo muy simple, en mi afán de mejorar me he pasado de la raya y he tenido una sobrecarga de entrenamiento que ha conllevado una lesión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.
¿Cómo ha sucedido? El gran proyecto de esta temporada ha sido mejorar mi derecha y utilizarla no solo en aproximaciones, si no en drives también. Ha sido un proceso lento y he tardado meses en ver progresión, pero al final mi derecha se ha convertido un lanzamiento bastante natural, y sin ser fantástico, es funcional y un recurso añadido en mi repertorio técnico. Desde el primer día de octubre y hasta finales de Mayo he entrenado el lanzamiento casi todos los días, y todo a funcionado a la perfección, hasta la última semana de ese mes. Entonces he comenzado a sentir un pequeño dolor en la rodilla, pero lo he ignorado y he seguido como si nada. A mediados de junio he viajado a Oviedo, y la primera mañana he empeorado notablemente y he comenzado a cojear. Debido al programa de visitas, cursos, entrenamientos y demás actividades he optado por utilizar Ibuprofeno. El medicamento me ha aliviado el dolor y he podido llevar a cabo todas las tareas en agenda, pero he notado que empeoraba gradualmente. De vuelta ya en Oslo he optado por dejar los entrenamientos y descansar, pero ha sido demasiado tarde. La sobrecarga ha sido demasiado grande y la visita al médico inevitable. Ahora muletas, reposo absoluto y paciencia, mucha paciencia.
¿En que repercute la lesión? Como ya he explicado, cambia mi preparación y mis objetivos. He pasado de la ilusión de conseguir un buen resultado a aferrarme a la esperanza de poder competir en el europeo de Ginebra. No es el fin del mundo, he tenido la suerte de competir en muchos torneos y de ganar títulos, pero me hacía ilusión, sobre todo porque es un torneo histórico para el disc golf español al ser el primero en el tenemos jugadores representando a nuestro país. Afortunadamente, y como siempre sale algo positivo de cualquier situación, ahora voy a tener la oportunidad de ayudar a Carlos en su primer campeonato de Europa. El representa el futuro de nuestro deporte y es, en mi opinión, el jugador más importante de nuestra delegación. El futuro está en nuestros sub19 y sub12, con Carlos como representante en Suiza. Si no llego a tiempo para competir, toda mi energía va a ser dirigida a ayudar a Carlos en el torneo, eso sí, sin olvidar a Luis e Iván, aunque son mayorcitos y no necesitan mi ayuda para nada ☺
Vamos a ver como termina esta temporada…
¿Qué ha sucedido? Ha sido todo muy simple, en mi afán de mejorar me he pasado de la raya y he tenido una sobrecarga de entrenamiento que ha conllevado una lesión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.
¿Cómo ha sucedido? El gran proyecto de esta temporada ha sido mejorar mi derecha y utilizarla no solo en aproximaciones, si no en drives también. Ha sido un proceso lento y he tardado meses en ver progresión, pero al final mi derecha se ha convertido un lanzamiento bastante natural, y sin ser fantástico, es funcional y un recurso añadido en mi repertorio técnico. Desde el primer día de octubre y hasta finales de Mayo he entrenado el lanzamiento casi todos los días, y todo a funcionado a la perfección, hasta la última semana de ese mes. Entonces he comenzado a sentir un pequeño dolor en la rodilla, pero lo he ignorado y he seguido como si nada. A mediados de junio he viajado a Oviedo, y la primera mañana he empeorado notablemente y he comenzado a cojear. Debido al programa de visitas, cursos, entrenamientos y demás actividades he optado por utilizar Ibuprofeno. El medicamento me ha aliviado el dolor y he podido llevar a cabo todas las tareas en agenda, pero he notado que empeoraba gradualmente. De vuelta ya en Oslo he optado por dejar los entrenamientos y descansar, pero ha sido demasiado tarde. La sobrecarga ha sido demasiado grande y la visita al médico inevitable. Ahora muletas, reposo absoluto y paciencia, mucha paciencia.
¿En que repercute la lesión? Como ya he explicado, cambia mi preparación y mis objetivos. He pasado de la ilusión de conseguir un buen resultado a aferrarme a la esperanza de poder competir en el europeo de Ginebra. No es el fin del mundo, he tenido la suerte de competir en muchos torneos y de ganar títulos, pero me hacía ilusión, sobre todo porque es un torneo histórico para el disc golf español al ser el primero en el tenemos jugadores representando a nuestro país. Afortunadamente, y como siempre sale algo positivo de cualquier situación, ahora voy a tener la oportunidad de ayudar a Carlos en su primer campeonato de Europa. El representa el futuro de nuestro deporte y es, en mi opinión, el jugador más importante de nuestra delegación. El futuro está en nuestros sub19 y sub12, con Carlos como representante en Suiza. Si no llego a tiempo para competir, toda mi energía va a ser dirigida a ayudar a Carlos en el torneo, eso sí, sin olvidar a Luis e Iván, aunque son mayorcitos y no necesitan mi ayuda para nada ☺
Vamos a ver como termina esta temporada…