Un torneo visto desde dentro: Maigolfen XXXV, ace y muerte súbita

Øystein recogiendo su premio
El Maigolfen, que en noruego significa el torneo de disc golf de Mayo, es el torneo más longevo de Noruega. Se ha celebrado 35 veces y este 25 de Mayo han participado 35 jugadores.

La historia de este torneo comenzó a finales de los setenta en un parque del centro de la ciudad, con cestas de basura como canastas, y se ha convertido en un torneo clásico. Los últimos años ha estado fuera del circuito noruego y se ha reinventado como un torneo para los jugadores de Oslo y sus alrededores.

Este sábado ha amanecido con muy mal tiempo, y hemos tenido que secar discos constantemente durante los 18 primeros hoyos. La ronda se ha convertido en una prueba de carácter, y ha sido complicado mantener el necesario nivel de agresividad en el juego.

La calle del hoyo 9
He tenido suerte con mi grupo. Mis compañeros de viaje en la lluvia han sido Stig Sodeland, un veterano con el que compartí habitación de hotel durante el europeo de 2003, Svein Bjerke, un Grand Master con el que he compartido grupo muchas veces, y Kristian Sønningdal, un amateur muy amable que ha competido solamente un par de años. Hemos mantenido una atmósfera muy positiva durante toda la ronda, y aunque los resultados han variado bastante, lo hemos pasado muy bien. Lo mejor ha llegado en el hoyo nueve. Este es el hoyo más estrecho del campo y es uno del los seis hoyos situados en el bosque. Es un hoyo de 67 metros con una calle que tiene un ancho de 2-3 metros en su parte más estrecha. Es muy normal que los resultados de un grupo en este hoyo varíen de 2 a 5. Me ha tocado lanzar primero y mi Mercy ha volado perfectamente por la calle y ha terminado en las cadenas y dentro de la canasta. ¡Un ace! Kristian, que nunca ha vivido un ace, ha quedad asombrado, y el resto de nosotros nos hemos puesto a reir y gritar, un circo, como cada vez que sucede.

Mi ronda ha sido irregular, pero un 49 (-7) ha sido suficiente para ponerme en cabeza, un lanzamiento por delante de Øystein Carlsen y a dos de Tom-Henrik Sandvik.

A mal tiempo, buena cara
La ronda ha durado casi tres horas, lo que ha repercutido en la duración del descanso.
Mi trabajo en nuestro torneo de este año ha sido ser responsable de los resultados y de la formación de los grupos. Esto significa que mi descanso es mínimo y no dispongo de tiempo para precalentar entre las rondas. No es ideal, pero así es la vida cuando uno es parte de un club.
Para la segunda ronda he compartido grupo con Øystein Carlsen, veterano y compañero de finales y viajes los últimos años, Tom-Henrik Sandvik, un jugador muy técnico y de gran calidad, y Lars Heldal Larsen, un jugador joven que tiene un gran lanzamiento de derechas.

Mi objetivo para este torneo ha sido seguir practicando mis derechas en competición. Esto significa que en varios hoyos en los que suelo tener a menudo birdies con mi revés, me he obligado a utilizar mi lanzamiento de derecha. Hoy no han funcionado, y ha significado que he perdido terreno con respecto a tanto Øystein como Tom-Henrik en esos hoyos, cuatro exactamente. Mentalmente duro, pero una experiencia necesaria de cara al campeonato de Europa.

El Mercy de mi ace en el H9
Con este panorama tanto Øystein como Tom-Henrik se han puesto por delante de mi al principio de la ronda. Afortunadamente he podido recuperarme en los hoyos del bosque, y tras 36 hoyos la ventaja de Øystein era solo de un lanzamiento.

Tras un nuevo recuento y con cuatro finalistas en Open, Féminas y Masters, empezamos la final de cinco hoyos.

Øystein es un jugador muy parecido a mi, seguro y de juego por lo general estable. Por esa razón me he concentrado en evitar fallos y resistir en espera de que Øystein cometiese un error.
En el quinto y último hoyo ha fallado el drive y no ha conseguido recuperarse. He terminado uno bajo par, Øystein con par. Tras 41 hoyos estábamos igualados a -15. Más igualado imposible.

El hoyo de desempate (sudden death) ha sido el 18. Un hoyo muy complicado, con un OB a la derecha de la calle, y que al llegar a la canasta está a un metro a la derecha de la misma. Este es un hoyo que Øystein domina a la perfección, y que ha sido poco favorable para mi este domingo.

En nuestro primer intento Øystein ha aparcado el disco, mientras que yo me he quedado corto a unos 17 metros. Cuando ya parecía que todo estaba decidido he hecho el mejor pat del torneo y he enterrado el disco en la canasta con un lanzamiento fluido y potente. Gran pat, gran alegría y nuevo repetición del hoyo.

Esta vez hemos fallado los dos. Mi disco se ha ido a OB y ha salido a uno 12 metros de la canasta, el de Øystein a unos nueve. Mi pat ha tocado la parte de arriba de las cadenas y ha caído al lado de la canasta. Øystein ha hecho el suyo y se ha llevado la victoria. Una victoria muy merecida, para un gran jugador y gran persona.

Yo me he quedado con buen sabor de boca. He hecho un par de fallos graves en mis pats, pero también he hecho algunos cuantos espectaculares. Los drives han estado bien y lo mismo puedo decir de mis aproximaciones. Mi juego mental ha funcionado y he controlado mi flujo de pensamientos. He tenido la disciplina necesaria para seguir probando mis derechas, y aunque no han funcionado, no me he rendido ante la adversidad. Estoy progresando y estoy mejorando a todos los niveles. Sigo por el buen camino hacia Ginebra…

Los resultados: Open/Féminas y Masters

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