El primer disco, nuestra recomendación
La primer cosa que los principiantes asocian con el juego del disc golf es la longitud. Lo primero que uno desea es lanzar el disco lo más largo posible. La distancia alcanzada con cada disco es algo muy relativo, ya que depende de la velocidad con la que cada jugador lance el disco y de las características de vuelo del mismo.
En general los drivers son los discos que están diseñados para un vuelo más prolongado. El problema es que este tipo de discos son, debido a sus características de vuelo, técnicamente más difíciles de lanzar. Al ser muy aerodinámicos y tener un borde exterior fino, son generalmente muy rápidos y menos precisos. Un jugador experimentado gana longitud, pero pierde en general precisión.
Un principiante que empieza a lanzar con un driver, pierde tanto longitud como precisión. Sus lanzamientos se vuelven poco previsibles.
Los discos de media distancia, que serían los hierros en el mundo del golf, son mucho más precisos y fáciles de controlar. Existe una gran variación en esta categoría, dependiendo de la velocidad y la trayectoria de vuelo. Desde los que se mueven de derecha a izquierda, pasando por los que vuelan en una trayectoria recta, hasta los que van de izquierda a derecha. La elección se basa en la técnica del jugador, la velocidad del disco y las preferencias de trayectoria de vuelo. Nosotros recomendamos siempre un disco un poco lento y muy estable. Lo más importante para el principiante es aprender cómo el disco se comporta en el aire. Lo principal es que la trayectoria de vuelo sea fiable y consistente. La mayoría de los lanzamientos se aprenden más eficazmente con un disco de estas características.
El mercado está lleno de discos de este tipo, pero nosotros optamos por recomendar el Mercy de Latitude 64. Es un disco bastante lento y con un borde interior profundo. Preciso, estable y fiable. El plástico EZE hace que sea de tacto suave y confortable. Si nos obligan a lanzar con un único disco nuestra elección sería fácil: Mercy.